En el pequeño lago, Lucía estaba bañandose, y reponiendo fuerzas ya que el camino había sido largo y extenso y necesitaba reposar.
La transparencia de los rayos solares se entremezclaba con su pelo larguísimo, el cual llacía sobre la superficie del agua.
Ya he llegado hasta aqui, pensó la joven. No voy a volver atrás, añadió.
Según bastantes personas, algunos humanos han llegado recientemente a nuestro mundo... puede que si se produce suficiente energía como para abrir un portal interdimensinoal, me sirva para...
Lucía, bajando la mirada cruzo los dedos de sus manos, pensando en lo que podría ocurrir en un futuro no muy lejano, al parecer, la muchacha no desconocía el secreto de la llegada de los humanos.
No me queda nada que perder. -susurró en su mente.